La
fragmentación de la cadena de valor «es una de las claves principales de las nuevas y complejas estrategias en la organización productiva de las organizaciones. Una fragmentación necesaria por exigencias cada vez mayores de competitividad, diferenciación de producto y por la búsqueda de emplazamientos más eficientes.
En la
fragmentación de la cadena de valor tienen relevancia dos dimensiones. La geográfica (es decir, que puede llevarse a cabo tanto en un entorno nacional como internacional), y la dimensión de propiedad, referida a las opciones de control de las etapas productivas. Una empresa optará por externalizar algunas de las etapas siempre y cuando los beneficios de tal actividad superen los costes de internalizar».
(Gidrón, G.,
Nuevas estrategias para las compañías,
Infocalidad, Madrid, consultado el 04-08-2010)