El
principio de equidad, basado en la noción de justicia social, requiere de políticas a nivel internacional que garanticen la distribución imparcial y justa de los "frutos" del proceso de desarrollo entre regiones en competencia, sectores de población e individuos. Esto se refiere especialmente al tema de la reducción de la pobreza por medio de prácticas comerciales justas y la protección de los Derechos Humanos.
(adaptado de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
La importancia y la aplicación del principio de la equidad, tanto a nivel nacional como internacional, 2002, consultado el 24-11-2010)
Los Estados deben proporcionar a los individuos, quienes son diferentes entre sí por naturaleza, las herramientas necesarias para que tales diferencias no degeneren en inequidades que contravengan la dignidad del ser humano.
(adaptado de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
Comparación de los diversos métodos utilizados para calcular la distribucián geográfica equitativa en el sistema de las Naciones Unidas, 1997, consultado el 24-11-2010)
«El
principio de equidad podría formularse como "el criterio de la desigualdad". En este sentido una sociedad sería más o menos equitativa dependiendo de la amplitud de las diferencias existentes en su interior. Es decir, aceptando una relativa diferenciación entre las personas y grupos en el reparto de los beneficios, la equidad exigiría controlar la magnitud de esas desigualdades. Este concepto de equidad [...] está detrás de los análisis de los niveles de ingreso de los diferentes quintiles de población».
(Aylwin, M.,
Ética, desarrollo humano y economía. El desafio de la inequidad en educación, Seminario BID, diciembre 2002, consultado 24-11-2010)