Cuando es asalariado, el
trabajador a contrata es aquel que todos los años le expira su contrato, dado que su trabajo dura mientras sus servicios sean necesarios, lo que ha hecho que a veces los contratos caduquen antes de que termine el año.
Cuando es independiente, el
trabajador a contrata suele prestar servicios para una tarea específica que durará un tiempo ya determinado por la empresa, y el contrato se elabora a partir de la duración del trabajo a realizar.
El auge que ha tenido este tipo de contratación se debe, en gran parte, a que no se utiliza sólo para trabajos que tienen una duración determinada. De hecho, los empleadores prefieren contratar a este tipo de trabajadores para cargos que se requieren de manera permanente en la empresa, y así evadir las obligaciones sociales que les significaría contratar a un trabajador de planta.
(adaptado de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales,
El Estado es el peor empleador de todos, Chile, 006, consultado el 08-11-2010)