«El
trabajo decente resume las aspiraciones de los individuos en lo que concierne a sus vidas laborales, e implica oportunidades de obtener un trabajo productivo con una remuneración justa, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, mejores perspectivas para el desarrollo personal y la integración social, libertad para que los individuos manifiesten sus preocupaciones, se organicen y participen en la toma de aquellas decisiones que afectan a sus vidas, así como la igualdad de oportunidades y de trato para mujeres y hombres».
(Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Hacer del trabajo decente un objetivo global, 2006, consultado el 18-10-2009)
La Comisión Europea ha expresado su interés en desarrollar una cláusula social que ponga énfasis en la necesidad de que el
empleo decente sea una condición a exigir para los países que mantengan acuerdos económicos o sociales, sean desarrollados o en vías de desarrollo.
(adaptado de
Protección social News,
Es necesario que la UE tome medidas urgentes para colocar el trabajo decente en el orden del día internacional, no. 6, 2006, consultado el 18-10-2009)
La calidad y el trabajo decente
Varias organizaciones internacionales, como la OIT y la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (Eurofound, por sus siglas en inglés) estan de acuerdo en que promover el
trabajo decente implica necesariamente promoveer la calidad en el empleo y en el trabajo, para lo cual es necesario comprometerse con ciertos puntos:
- Asegurar la calidad del empleo y del desarrollo profesional: respetar a los trabajadores dentro de la realidad del mercado laboral, especialmente en lo que se refiere al derecho a la información, a la participación, a la consideración, a la igualdad de oportunidades, a la protección social y, sobre todo, velar porque la vida laboral sea una vía para crecer en este ámbito.
- Promover y mantener la calidad de la salud y de la vida laboral: según la OIT la salud corresponde al pleno estado de bienestar físico, social y mental del individuo. Esto señala especialmente los problemas de acoso laboral y otras formas de violencia, que afectan de forma indirecta la calidad de la salud y de la vida laboral.
- Permitir que los individuos ocupen y perfeccionen sus destrezas: particularmente, la creación de lugares de empleo en donde los trabajadores puedan aprender y desarrollar sus capacidades, además de ser reconocidos por ello, tanto formal como informalmente.
- Permitir reconciliar la vida laboral con la vida no laboral: la posibilidad de mantener el puesto de trabajo a pesar de cambios en la vida personal (maternidad, paternidad, estudios, sabáticos), además de poder llevar a cabo tareas y obligaciones que no forman parte de la vida laboral (recreación, cuidado de los niños o de otras personas).
(adaptado de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Preguntas frecuentes sobre el Trabajo Decente y Espinoza, M.,
Trabajo decente y protección social, 2003, consultados el 18-10-2009)
La productividad y el trabajo digno
«Es importante mejorar la productividad promoviendo el
trabajo digno y la calidad de la vida profesional, incluidos la salud y la seguridad en el trabajo, un mejor equilibrio entre la flexibilidad y la seguridad en el empleo, la formación continua, la confianza y la participación mutuas, así como una mejor conciliación entre la vida familiar, la privada y la profesional; que la lucha contra la discriminación por razones de género y contra las restantes formas de discriminación, así como el fomento de la integración social de los grupos vulnerables, constituyen partes integrantes de los esfuerzos en favor del
trabajo digno».
(Parlamento Europeo,
Resolución del Parlamento Europeo, de 23 de mayo de 2007, sobre la promoción de un trabajo digno para todos , 2007, consultado el 18-10-2009)